
Nuevos descensos para el crudo europeo y americano en la jornada de este jueves, tras el batacazo de este miércoles. El precio del petróleo experimentó ayer la mayor caída desde junio, con los inversores temiendo un descenso de la demanda del recurso energético, uno de los activos más cíclicos del mercado, por la segunda ola de contagios del coronavirus. En esta jornada, la tendencia continúa con descensos que rondan el 5% en ambos barriles de referencia, dejando al petróleo europeo por debajo de los 38 dólares el barril.
El barril Brent europeo cede más de un 5% durante la sesión, perdiendo los 38 dólares por primera vez desde junio, mientras las pérdidas en el barril West Texas estadounidense se acercan al 6% durante la jornada, llegando a perder por momentos los 36 dólares.
"El aumento de los casos de covid-19 y la implementación de restricciones en ciertas partes del mundo ha generado claramente preocupaciones sobre la recuperación de la demanda de petróleo. Incluso el secretario general de la OPEP reconoció ayer que la recuperación del petróleo puede llevar más tiempo dada la última ola de covid-19. Aún queda algo de tiempo hasta la reunión de la OPEP a finales de noviembre, sin embargo, si hay poca mejora en el panorama de la demanda, es probable que haya una creciente presión sobre la OPEP + para que traslade los recortes actuales al próximo año", explican desde iNG
Las perspectivas negativas para la demanda de crudo llevan semanas acumulándose, con la Agencia Internacional de la Energía avisando a mediados de octubre de que el consumo de crudo no se recuperaría hasta el año 2023, en el escenario más optimista que contempla la organización.
Miedo a la sobreoferta
Además de las caídas de la demanda, el mercado parece tener un ojo puesto en la oferta. Aunque la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) no ha cambiado su rumbo en el acuerdo que mantiene de limitar la producción, las protestas que están sucediendo en Iraq por la mala situación económica del país están haciendo temer a algunos analistas la posibilidad de que el país aumente su oferta de crudo para aumentar sus ingresos y con ellos tratar de estimular su economía.
Además, en Libia, uno de los países exentos de participar en el acuerdo de la OPEP por el conflicto armado en el país, la producción está resurgiendo en las últimas semanas, algo que se añade al miedo de que aumente la sobreoferta de petróleo en el mundo. En diciembre está marcada la reunión de la OPEP en la que podrían tomar alguna nueva decisión sobre el recorte de oferta, pero hasta entonces habrá que esperar, salvo que decidan hacer una reunión de emergencia si la situación empeora.
El cártel tiene previsto un aumento de oferta para el mes de enero, pero todo apunta a que este tendrá que esperar, y que en diciembre, como poco, anunciarán que este incremento se pospone. Recientemente el responsable de la unidad de trading de Aramco, el mayor productor del planeta, ha destacado que podría no haber la suficiente demanda ese mes como para poder llevar a cabo este aumento de oferta.
De momento, los inventarios de crudo de Estados Unidos están dando la razón a la hipótesis de un aumento de la sobreoferta: durante la semana pasada crecieron en 4,32 millones de barriles, casi cuatro veces por encima del aumento esperado de 1,1 millones de barriles y es el mayor incremento en una semana que se ha visto desde el pasado mes de julio.